Caracas, 24 Ago. AVN.- Cuando apenas faltan dos días para el estreno nacional de la nueva película de Luis Alberto Lamata, Taita Boves, los circuitos privados de cine del país sólo le han ofrecido tres salas para su estreno en Caracas, manifestó el cineasta.
Lamata hizo pública esta situación durante la proyección y posterior rueda de prensa sobre la película, realizada este martes en la sala de Cines Unidos ubicada en el centro comercial Millenium, en Los Dos Caminos.
“El plan original, del que siempre se había hablado, eran 12 salas en Caracas. En algún momento se redujo a 8 y ahora me piden que lo reduzca nuevamente. La razón por la cual me lo piden es la que a mí me parece inaceptable, porque me dicen que el ‘problema’ es que el cine venezolano ha tenido mucho éxito últimamente”, señaló.
Y agregó: “Yo no entiendo por qué es un problema que el cine venezolano tenga éxito. No entiendo por qué no pueden haber cuatro películas venezolanas en cartelera (Cheila, una casa pa" maíta, Hermano y Habana Eva), cuando hay otras 11 películas con las cuales se tiene que programar”, explicó el cineasta.
Basada libremente en la novela Boves, el urogallo, de Francisco Herrera Luque, esta película ambientada en el siglo XIX y coproducida junto a la Villa del Cine, se pasea por la vida de un personaje históricamente conocido como un antihéroe o villano: José Tomás Boves.
El cineasta, reconocido por películas como Jericó, El enemigo o Miranda regresa, insistió en hacer uso de su “derecho a pataleo”, como definió esta denuncia.
“Creo que lo que no debe ocurrir es que esto pase por debajo de la mesa, que yo estrene el viernes (27 de agosto) en cuatro salas en Caracas solamente, que obviamente eso afecte la película y que yo permita que eso ocurra sin por lo menos patalear”, acotó.
Los distribuidores privados, dijo, entienden que la película no debe estar en salas como las de los centros comerciales Sambil, El Recreo, Millenium, Tolón o Los Naranjos; ofreciéndole apenas las salas de El Marqués, Metrocenter, Galerías Ávila o Galerías Paraíso.
Según datos disponibles en sus páginas web, el circuito Cines Unidos, cuenta en total con 172 salas en el país, distribuidas en 23 centros comerciales. Mientras que el circuito Cinex, tiene 123 salas, distribuidas en 40 centros comerciales.
“La tradición es que una película arranque con una cantidad de copias en Caracas, Valencia, Maracay… las ciudades que tienen más habitantes, y luego vaya rotando. Ellos (circuitos privados) argumentan que me ofrecen 12 salas a nivel nacional, pero me niegan una cantidad de salas que yo creo que la película se puede merecer”, expresó Lamata.
“Me siento en el deber de proteger el trabajo de tantos años y de tanta gente, no tiene sentido salir en tan poquitas salas”.
Asimismo, comentó que se le tiene que dar la oportunidad a la película de encontrar su público en los cines a los que la gente normalmente asiste, como los de los centros comerciales.
“¿Por qué no tengo esa posibilidad?”, se preguntó el cineasta, y señaló no estar en contra de las cosas buenas que hace Hollywood.
“Pero lo que yo aspiro de mi cartelera cinematográfica es que me de una variedad amplia y democrática. Cine de todas partes y por supuesto más cine venezolano… Tiene que haber un cambio de actitud muy grande, una actitud democrática frente al cine venezolano, esa cartelera no puede estar restringida sólo al cine de una industria (estadounidense)”, subrayó.
Por su parte, el presidente de la Villa del Cine, José Antonio Varela, resaltó que esta problemática en la que se encuentra actualmente la película Taita Boves, una especie de embudo para exhibirse, habla de un sistema que no está bien, y por eso trabajan para conseguir más y mejores espacios, tanto para el cine nacional como para el cine latinoamericano, europeo o asiático.
“El cine venezolano es más importante que cualquier cine, porque es un asunto de identidad cultural, es lo que nosotros hacemos, es cómo nos vemos… Nuestra debilidad más grande ahora está en la distribución, y tenemos juntos, todos los que participamos del trabajo cinematográfico, que buscar esos espacios, y que se vayan acostumbrando todos, que tener tres o cuatro películas venezolanas en cartelera, debe ser el deber ser”, puntualizó Varela.
18:15 24/08/2010
Lamata hizo pública esta situación durante la proyección y posterior rueda de prensa sobre la película, realizada este martes en la sala de Cines Unidos ubicada en el centro comercial Millenium, en Los Dos Caminos.
“El plan original, del que siempre se había hablado, eran 12 salas en Caracas. En algún momento se redujo a 8 y ahora me piden que lo reduzca nuevamente. La razón por la cual me lo piden es la que a mí me parece inaceptable, porque me dicen que el ‘problema’ es que el cine venezolano ha tenido mucho éxito últimamente”, señaló.
Y agregó: “Yo no entiendo por qué es un problema que el cine venezolano tenga éxito. No entiendo por qué no pueden haber cuatro películas venezolanas en cartelera (Cheila, una casa pa" maíta, Hermano y Habana Eva), cuando hay otras 11 películas con las cuales se tiene que programar”, explicó el cineasta.
Basada libremente en la novela Boves, el urogallo, de Francisco Herrera Luque, esta película ambientada en el siglo XIX y coproducida junto a la Villa del Cine, se pasea por la vida de un personaje históricamente conocido como un antihéroe o villano: José Tomás Boves.
El cineasta, reconocido por películas como Jericó, El enemigo o Miranda regresa, insistió en hacer uso de su “derecho a pataleo”, como definió esta denuncia.
“Creo que lo que no debe ocurrir es que esto pase por debajo de la mesa, que yo estrene el viernes (27 de agosto) en cuatro salas en Caracas solamente, que obviamente eso afecte la película y que yo permita que eso ocurra sin por lo menos patalear”, acotó.
Los distribuidores privados, dijo, entienden que la película no debe estar en salas como las de los centros comerciales Sambil, El Recreo, Millenium, Tolón o Los Naranjos; ofreciéndole apenas las salas de El Marqués, Metrocenter, Galerías Ávila o Galerías Paraíso.
Según datos disponibles en sus páginas web, el circuito Cines Unidos, cuenta en total con 172 salas en el país, distribuidas en 23 centros comerciales. Mientras que el circuito Cinex, tiene 123 salas, distribuidas en 40 centros comerciales.
“La tradición es que una película arranque con una cantidad de copias en Caracas, Valencia, Maracay… las ciudades que tienen más habitantes, y luego vaya rotando. Ellos (circuitos privados) argumentan que me ofrecen 12 salas a nivel nacional, pero me niegan una cantidad de salas que yo creo que la película se puede merecer”, expresó Lamata.
“Me siento en el deber de proteger el trabajo de tantos años y de tanta gente, no tiene sentido salir en tan poquitas salas”.
Asimismo, comentó que se le tiene que dar la oportunidad a la película de encontrar su público en los cines a los que la gente normalmente asiste, como los de los centros comerciales.
“¿Por qué no tengo esa posibilidad?”, se preguntó el cineasta, y señaló no estar en contra de las cosas buenas que hace Hollywood.
“Pero lo que yo aspiro de mi cartelera cinematográfica es que me de una variedad amplia y democrática. Cine de todas partes y por supuesto más cine venezolano… Tiene que haber un cambio de actitud muy grande, una actitud democrática frente al cine venezolano, esa cartelera no puede estar restringida sólo al cine de una industria (estadounidense)”, subrayó.
Por su parte, el presidente de la Villa del Cine, José Antonio Varela, resaltó que esta problemática en la que se encuentra actualmente la película Taita Boves, una especie de embudo para exhibirse, habla de un sistema que no está bien, y por eso trabajan para conseguir más y mejores espacios, tanto para el cine nacional como para el cine latinoamericano, europeo o asiático.
“El cine venezolano es más importante que cualquier cine, porque es un asunto de identidad cultural, es lo que nosotros hacemos, es cómo nos vemos… Nuestra debilidad más grande ahora está en la distribución, y tenemos juntos, todos los que participamos del trabajo cinematográfico, que buscar esos espacios, y que se vayan acostumbrando todos, que tener tres o cuatro películas venezolanas en cartelera, debe ser el deber ser”, puntualizó Varela.
18:15 24/08/2010
Tenemos este mismo problema en casi todos los países: Las productoras USA dominan las distribuidoras y, por lo tanto, el mercado. Es terrible. Un saludo.
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